jueves, 21 de octubre de 2010

Sobre el proceso de gallinización

Hace un tiempo una jefa con el afán de motivarnos a trabajar más duro en un proyecto nos dijo:


"Yo quiero cerdos en mi equipo cerdos no gallinas... porque los cerdos se comprometen las gallinas solo se involucran."

Ese día me di cuenta quien era yo en este mundo... ¡un cerdo!

Definitivamente el discurso de mi jefa no me motivó ni un poquito a entregarle mi alma a la empresa, pero si me mostró una metáfora que me define como persona... o animal ... o... mejor me explico:

Hay algunas personas que son gallinas, en sus relaciones con otras personas u organizaciones ponen su grano de arena, o siendo más exacto su huevo y siguen con su vida. Hacen favores, claro, son buena gente pero saben hasta donde llegar; saben cuando decir NO.

Habemos otros que tristemente somos cerdos. ¿Y cual es el problema? Pues creo que más que el hecho de ser cerdo o gallina, estriba en el grado de gallinazgo o cerdicidad del individuo.

Aquellos que somos 100% cerdos nos encontramos con dos graves dificultades. En primer lugar, cada vez otros que nos comprometemos nos entregamos. Dejamos una parte nuestra y a diferencia de los huevos ¡estas partes no son renovables! Solemos entregar el tiempo que no tenemos, la milla extra de la milla extra (una amiga decía que si fuéramos mujeres seriamos las mas p... ) Nos desgastamos y al final nos olvidamos de nosotros mismos.

Y es que en realidad nos encanta ver como alguien disfruta de una chuleta, una costilla o un buen jamón, salido nada más y nada menos que de nosotros mismos. Y ahí está justamente el otro problema, nos volvemos carniceros de mercado, gritando a viva voz las últimas ofertas y ponemos en baratillo la mercadería... al mejor postor.

Ahh pero no todo termina ahí (hay feria), cuando después de preparar unos chicharroncitos, en tortilla y con buen limón nos salen con ... muchas gracias, soy vegetariano.... entramos en colapso nervioso y nos sentimos vigorón de pellejo del parque de La Merced.

Pero no todo está perdido, de vez en cuando algunos chanchos nos revolcamos en goma, nos pegamos plumas y en la pulpe de la esquina conseguimos al menos una docena de huevos... algunos cambios empiezan por fuera.

Así que al mejor estilo de A A mi testimonio...

Buenas tardes, soy Andrés Marín un cerdo en proceso de gallinización.